Slow coffee a baja temperatura. Así se define esta nueva técnica de preparación de café. Una preparación en frío que consiste en infusionar el café en la nevera durante al menos 12 horas, (aunque lo normal es esperar 24h). Para ello pondremos 100g de café con molienda gruesa por cada litro de agua y utilizaremos una botella especial con un filtro incluido. Se puede hacer con una cafetera de émbolo o con la popular botella Hario de Cold Brew.
¡Sencillo y eficaz!
Lentamente el café molido se va infusionando con el agua fría (entre 21º y 25º) y como resultado de esta temperatura tendremos una reacción diferente en la química del café:
- Menor acidez: A pesar de los largos tiempos de contacto entre el café y el agua, la concentración de compuestos ácidos es significativamente menor en las preparaciones frías. Esto se traduce en un sabor menos ácido y que deja percibir claramente el resto de matices propios del origen y del grano.
- Menor amargor: la sensación de amargor se intensifica con la temperatura, cuanto más caliente esté la bebida, más sensación de amargor. Por eso hacer cold brew te cambiará completamente tu percepción sobre el sabor del café.
La preparación en frío o 'cold brew' se ha convertido en una bebida muy popular sobre todo en los meses de verano.
Para este tipo de preparación recomendamos utilizar siempre cafés de especialidad con tueste ligero y mucha altura, o cafés con matices marcados que te permitirán descubrir un mundo nuevo de sabores.
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